La Estrella Sublime (M. López Farfán)

Hoy vamos a conocer más profundamente, en nuestra sección “corchea a corchea”, una de las marchas más clásicas del repertorio, marcando un antes y después respecto a la forma.


“La Estrella Sublime” compuesta e instrumentada en el 1925 por el músico mayor del ejército Manuel López Farfán y dedicada a la Hermandad de la Hiniesta de Sevilla.

Como anécdota, en la partitura original, observamos que el trío esta escrito también para violines, instrumento poco común para la música procesional. En el día de su estreno, que fue el 5 de abril del 1925, fue interpretado por violines también, aunque hoy en día no es habitual.

A continuación vamos a analizar un poco la marcha:

Comienza con una brillante introducción en fortísimo protagonizada por cornetas y trompetas a las que responden los trombones.


Tras la introducción, llega un breve tema principal, en el que la madera interpreta una suave melodía. Sobre las cornetas y trompetas cantan por encima, los saxofones realizan un relleno armónico. Mientras la armonía mantiene un ritmo sincopado.


Terminado el tema A, nos llega el fuerte de bajos, en el relativo menor, tras el cual se repite el tema principal para saltar al trío.
Éste se repetirá dos veces: una vez en pianísimo y otra en fortísimo, con la diferencia también que la segunda vez, muy común en la marcha, los saxofones y bombardinos realizan un contrapunto.

Sin duda el maestro Manuel López Farfán fue todo un revolucionario tanto en la instrumentación, inclusión de coro entre otros recursos, como la forma, destacando en esta marcha que marcó, como hemos dicho antes, un antes y un después en la estandarización de la forma marcha siendo ésta la siguiente:

Introducción – Tema A – Tema B o Fuerte de Bajos – Tema A – Trío.

Tras este análisis de “La Estrella Sublime”, os recomendamos que escuchéis la grabación que tuvimos el placer de incluir en nuestro trabajo discográfico Mektub «Estaba Escrito». Esperamos que la disfruten.