«María Santísima del Subterráneo» (Pedro Gámez Laserna)

Hoy vamos a conocer en profundidad en nuestra sección “corchea a corchea”, una de las grandes marchas de nuestra Semana Santa. “María Santísima del Subterráneo” del ilustre compositor D. Pedro Gámez Laserna, compuesta en 1961, y dedicada a la Virgen del Subterráneo de la sevillana Hermandad de la Sagrada Cena.

Como anécdota podemos decir que cuando el compositor puso título a la marcha, cometió un error en la advocación de la imagen, ya que no se trata de María Santísima del Subterráneo, sino Nuestra Señora del Subterráneo.

Según el propio Gámez Laserna, la marcha comienza en un tono fúnebre, con notas bajas y graves, simbolizando cuando una persona se encuentra perdida, sola, sin amparo. Es decir, por los subterráneos de la vida. 

La composición va avanzando y poco a poco va creciendo. Suben las notas y la fuerza de la marcha, que es cuando esa persona intenta caminar, salir de su subterráneo. Camina y camina sin encontrar nada, hasta que parece que al fondo del túnel ve una luz, momento en que el ritmo es más ligero y las notas van en ascenso. 

Y esa persona se dirige hacia la luz, sin saber a dónde va. Y sigue y sigue hasta que llega al final, que es donde se produce el fuerte de las cornetas. Lo que se encuentra al final es a Ella, la Virgen del Subterráneo, la cual le ampara y saca de ese subterráneo a la persona.

Finalmente el trío es como el disfrute de la gracia concebida y de la Santísima Virgen.

Técnicamente hablando, la marcha comienza en la tonalidad de Do menor con una introducción de 14 compases donde se expone la célula (sol-fa#-sol-fa#-sol) que se irá desarrollando durante la primera parte de la obra. 

A continuación, entramos en el tema A que comienza con la célula que hemos comentado antes. Sonará la primera vez en piano (16 compases) y la segunda vez en fuerte, donde ahora serán 18 compases y coincidirán con la primera vez en los 4 primeros compases. Todo el primer tema será un crecimiento progresivo hasta llegar al punto culminante de la marcha.

Ese punto es su parte más alegre, el conocido “Fuerte de Bajos” con el cambio de modo a Do Mayor y con la entrada de las cornetas, quienes le ayudan a darle a esta parte un carácter más triunfal. Seguido de esto se le añade una pequeña “codeta” muy marcada, para enlazarla con el trío.

Como es común, esta se encuentra en la subdominante de la composición (Fa M) para contrastar con la anterior parte. El trío sonará como es habitual, dos veces (16 cada una), la primera en piano y la segunda en fuerte. 

Entre ambas partes encontramos un puente (12 compases) de un carácter muy marcial, donde el metal y la madera se responden entre ellos para ir preparando sobre la dominante (DoM) la entrada del trío como segunda vez en fuerte. Como curiosidad, a diferencia de otras marchas, el contracanto de tenor y bombardino sonará las dos veces.

Os dejamos a modo de resumen, un pequeño análisis del esquema formal de la marcha:

(Do m) Intro 14 compases, Tema A 16 + 18, Fuerte de Bajos y Codeta 15 + 4 (Fa M) Trío en Piano 16, (La m y Do M) Puente 12, (Fa M) Trío en Fuerte 16 

Con este viaje en la mente y el análisis, os dejamos con la grabación de la composición, que forma parte de nuestro trabajo discográfico de 1993, “Sinfonía Sevillana”. Esperamos que la disfruten.