Un Domingo, no cualquiera

Tras Jacintos y azahares, Sevilla fue luz eterna, como una hilera fugaz, como un barrio que se adentra. Pasa el puente que te esperan,que es de Ramos tu reencuentro, por Avenidas de Reyes, que ya anocheció en el centro. Y Sevilla fue impaciencia, y la Estrella fue su guía, de sus Penas penitencias, penitencias y alegrías. Que con Corona de...