Música y Movimiento

¿En qué consiste?
El niño y la niña, desde que nacen, utilizan su cuerpo como medio de
expresión para comunicarse y conocer el mundo que le rodea. Por ello, a
través del movimiento de su cuerpo, va explorando y viviendo nuevas
experiencias que le hará adentrarse en su entorno más cercano.

Pero, además, este movimiento corporal está íntimamente ligado al mundo
de los sonidos. Por eso, el elemento sonoro adquiere un papel preponderante en el desarrollo y crecimiento del niño y la niña, ya que
existe una evidente relación entre el movimiento y la música que lo
provoca. La vivencia de la música a través de la escucha y la práctica
musical pone en acción al cuerpo desplegando infinidad de posibilidades
de movimiento y expresión.

La educación musical supone una iniciación en la audición activa con la cual se interiorizan los primeros elementos que forman la música: el sonido y el silencio. Además, asimilan los conceptos de intensidad, el contraste entre los sonidos largos y cortos, la coordinación de los movimientos, se sensibiliza el cuerpo y localizan las partes de este, de acuerdo a la relación espacio-temporal.

En cuanto a cómo se desarrolla esta formación está relacionada con la
práctica de numerosas canciones infantiles acompañadas de danzas,
percusión corporal, acompañamiento de instrumentos orff (también
conocidos como pequeña percusión), cuentos musicales, talleres de
creación de instrumentos con materiales reciclados, teatros, entre una
infinidad de actividades originales y atractivas para el alumnado.

“La música la vivimos en el cuerpo con una especial inmediatez e
intensidad”
(Lopez Cano, 2011).

¿Qué beneficios tiene trabajar la música y movimiento en los niños
y niñas?

En los niños y niñas, la música juega un papel muy importante, aporta una
serie de beneficios que ayudan al desarrollo integral en varias áreas
(auditiva, sensorial, motriz y cerebral) al alumnado, como:

  • Perfecciona la expresión oral.
  • Mejora la entonación y pronunciación de las palabras.
  • Se produce un enriquecimiento del vocabulario al mostrarles nuevas palabras acompañadas de gestos.
  • Ayuda al proceso de memorización, concentración y atención.
  • Favorece la imaginación y creatividad del alumnado.
  • Enseña al niño y niña a escuchar.
  • Desarrolla la motricidad gruesa mediante movimientos del cuerpo al
    bailar o realizandogestos, desarrollando también la expresión corporal, su coordinación y su capacidad motriz.

    En definitiva, se trata de una actividad lúdica que divierte y entretiene al
    alumnado, a la vez que le inicia en el maravilloso mundo de la música.

Nerea Vaquero Gutiérrez