La Obertura 1812, es otra de las obras que forman parte de nuestro repertorio.
Escrita por el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski en 1880, para conmemorar la victoria de la resistencia rusa en 1812 frente al avance de las tropas de Napoleón Bonaparte.
La obra se estrenó en Moscú, en agosto de 1882. Es reconocida por su final triunfal, que incluye una salva de disparos de cañón y repique de campanas.
En cuanto a su estructura musical, está formado un solo movimiento en el que aparecen varios «tempos»: Lento – Andante – Allegro giusto – Largo y Allegro vivace.
En la partitura aparecen escritos dieciséis disparos de cañón.
La obra comienza con una melodía religiosa de la Iglesia Ortodoxa Rusa, interpretada por ocho violonchelos y cuatro violas. Es el momento en que se declara la guerra contra Francia, durante los servicios religiosos.
A continuación tiene lugar una mezcla de melodías tradicionales y militares, recordando la angustia del pueblo ruso ante la invasión del ejército francés.
La pieza continúa con una marcha presentada por los metales, en que se representa la batalla de Borodinó.
Un fragmento repetitivo y triunfal del himno nacional francés (La Marsellesa), sirve para reflejar al ejército invasor y la victoria de Napoleón sobre los rusos.
A continuación, un «diminuendo» refleja la retirada rusa, que evita el enfrentamiento con las tropas francesas que dejan a su paso la tierra arrasada.
Vuelve a sonar la marcha de los metales y el fragmento de La Marsellesa, para indicar la entrada de los franceses en Moscú, una ciudad incendiada. El fragmento de La Marsellesa sigue sonando, en diminuendo, con la retirada de las tropas francesas, al tiempo que un «crescendo» representa el asedio ruso.
Cinco disparos de cañón acompañan el avance de los rusos expresado en los instrumentos de cuerda y los metales, que preparan el campo para el cierre triunfal con el contrapunto entre el leitmotiv (que representa al ejército ruso) y el himno imperial ruso, apoyado por once disparos de cañón y un repique de campanas.
Observamos en este final un anacronismo, ya que «Dios salve al zar» no era el himno ruso en 1812, sino que lo era en la época en la que Chaikovski compuso la obra.
Una de las interpretaciones por parte de L Oliva de Salteras fue en el concierto en honor a Ntra. Sra. de la Oliva en Febrero de 2019.
Os dejamos con ella.
