Así fue el concierto de Cuaresma 2019 en la Hermandad del Cachorro

Así fue el concierto de Cuaresma 2019 en la Hermandad del Cachorro

La noche del 8 de marzo  sirvió como pistoletazo de salida a los numerosos conciertos que nuestra sociedad se dispondrá a dar en la, por fin, Cuaresma. Y comenzamos en un enclave que poco se puede mejorar como es la Basílica de Triana, donde vive El Cachorro y su Madre del Patrocinio.

Mientras se terminaban de poner sillas, atriles y papeles no había miembro de la banda al que no se le escapara una mirada furtiva hacia Sus ojos. Poco a poco el músico se va dando cuenta de cómo va a ir la película durante el concierto.

Ya una vez todos sentados y listos arrancó el concierto con la marcha Ntra. Sra. del Patrocinio (D. Pedro Gámez Laserna). Para este que les escribe, Su marcha, la de Ella.

Acto seguido sonaron La Virgen de los Desamparados (Cristóbal López Gándara) y Valle de Sevilla (José de la Vega) haciendo así un dualismo de estilos a los que esta ciudad nos tiene acostumbrado.

Se estrenó la marcha del valenciano José León Alapont, Virgen del Patrocinio. El compositor estaba presente en primera fila y fue testigo de su obra ante las dos imágenes trianeras.

Virgen del Valle (Vicente Gómez Zarzuela) y Madre, tu Dulce Nombre (Antonio David Rodríguez) siguieron a la marcha estrenada.

Se continuó con dos composiciones más, dedicadas a la Madre del Cachorro como son Meditrix Omnium Gratiarum, de nuestro compañero Pepe Peña y Señorita de Triana (D. Pedro Morales Muñoz).

Para conmemorar el centenario de la marcha que encabezaría cualquier libro o película de la Semana Santa, se interpretó Amarguras (Font de Anta). En este caso, fue la que dio el broche final al concierto…

Obviamente, eso no se lo creía nadie estando en el sitio en el que nos encontrábamos. Faltaba una. Quizás, la que la gente va a escuchar desde primera hora. La marcha que Gámez Laserna compuso para “el Dios verdadero”, El Cachorro (Saeta sevillana). Previo a su interpretación, el Hermano Mayor de la hermandad (Marco Antonio Talavera) obsequió a la banda con buenas palabras y un cuadro en el que figuraba el rostro de la Señorita de Triana. Él mismo se encargó de advertir a los allí presentes de que todavía faltaba el “himno” de la Hermandad. Nos invitó a mirar al Cachorro y a imaginarnos al Señor enfilando la puerta la tarde del Viernes Santo.

Un servidor, se cuadró delante del bombo, y maza en mano fue testigo de cómo la totalidad de la banda giró su mirada hacia el Altar donde Él reside. Comprobé la grandeza de la imagen que a mis espaldas se erguía. Nadie pudo escapar de Su mirada agonizante.

La marcha comenzó y cuando desembocó en la saetilla, aprovechando los 43 compases de espera que mi papel me ofrece, no pude resistir girar totalmente hacia su efigie (en el vídeo se verá). Perdí la compostura, lo siento, Él siempre tiene las de ganar.

Terminó la marcha, sonó el himno de España y acabó el primer concierto de Cuaresma de la Oliva. Nos volveremos a ver el Viernes Santo.

Crónica: Pepe Recuero Baeza